Vendo costo del gueno

Así se las gastan en Badalona, de todos es sabido los grandes peseteros empresarios que surgen en Cataluña día sí día también, pero lo de este personaje que para mantener en el anonimato llamaremos Marcos es de traca.
Resulta que el hombre cansado de vender zapatos para unos grandes almacenes después de perder su zapatería a causa de los precios reducidos y calidad paupérrima de su competencia decidió que tenía que hacer algo grande.
Que se merecía mucho más, intentó ser el sexto Teletubbi, pero el grupo no admitió a más personajes porque el resto de colores les parecían gayers.
Entonces mientras veía un capítulo de Friends, el que pillan el canal porno gratis y no cambian por si luego no lo vuelven a sintonizar..., se le iluminó la mente y vio el negocio de las drogas. Apagó la tele y en la tele apagada vio a su madre que le decía: "Nunca aceptes caramelos de desconocidos, que llevan droga".
Ahí estaba su gran negocio, no ser un desconocido de los niños, decirles dónde vivía, cómo se llamaba y por supuesto no venderles caramelos, que a los niños de ahora sólo les interesa la droga.
Y como ya era muy tarde y había estado pensando durante mucho tiempo y ya tenía su idea, encendió su Pentium II 350MHz con su conexión de Jazztel de 20 Megas y entró en mi web por casualidad buscando "le da la tarro le tira los palomos se enchufa" y encontró el retrospector del Boyscout Corrupto y su mente se volvió a iluminar, y se iluminó tanto que los vecinos empezaron a salir despavoridos porque o creían que era un ovni o que el edficio se estaba autoincendiandose. Pero Marcos ya tenía su gran idea, escribir como un niño, como un Boyscout corrupto que nunca ha atendido en clase, de los que se tiraban pedos con el sobaco, de los que llevan revistas guarras al colegio, de los que bebían whisky en la última fila...
Y Marcos comenzó a vender costo del guueno y ganó mucho dinero... 240€ en una tarde hasta que llegó la policia y metió a Marcos en el trullo. Y Marcos acabó siendo mera moneda de cambio.

Relato basado en la vida real